Mortero de laboratorio
¿Qué es el mortero de laboratorio?
El mortero de laboratorio es un utensilio compuesto por dos piezas: un recipiente cóncavo, denominado mortero, y una herramienta cilíndrica para machacar, llamada mano. El mortero, lleva presente en los laboratorios desde hace siglos, ha demostrado ser una herramienta fundamental en diversas áreas científicas.
¿Para qué sirve el mortero de laboratorio?
Su función principal consiste en triturar, moler o mezclar sustancias sólidas, bien sean polvos, sales, minerales o incluso muestras biológicas. El movimiento rotatorio y de presión ejercido con la mano sobre el material dentro del mortero de laboratorio permite obtener partículas de menor tamaño, aumentar la superficie de contacto y homogeneizar la mezcla.
Función del mortero de laboratorio:
- Preparación de muestras: Al triturar y pulverizar sustancias con el mortero de laboratorio, se obtiene una muestra más uniforme, lo que es crucial para análisis precisos.
- Mezcla de reactivos: Facilita la mezcla homogénea de reactivos sólidos.
- Procesos farmacéuticos: En la preparación de medicamentos, el mortero de laboratorio permite mezclar ingredientes activos y excipientes de manera eficaz.
- Análisis químicos: El mortero de laboratorio permite la trituración de muestras para pruebas de solubilidad y reacciones químicas.
Mortero laboratorio: Características.
¿Qué hace tan especial al mortero de laboratorio?:
- Su eficacia: El movimiento rotatorio y de presión ejercido con la mano sobre el material dentro del mortero permite obtener partículas de menor tamaño, aumentando la superficie de contacto y homogeneizando la mezcla de manera eficiente.
- La versatilidad: Se puede utilizar con una gran variedad de sustancias, desde polvos y sales hasta minerales y muestras biológicas.
- Gran resistencia: Los materiales con los que se suele fabricar, como la porcelana, el vidrio o la ágata, son resistentes a químicos, ácidos, bases e incluso a un uso frecuente.
- Alta Precisión: El mortero de laboratorio permite un control preciso del tamaño de las partículas trituradas, lo que resulta crucial en algunas aplicaciones científicas.
Tipos de morteros de laboratorios.
A lo largo de los años, se han desarrollado diferentes tipos de morteros de laboratorio, cada uno con sus propias características y aplicaciones específicas. La elección del mortero de laboratorio adecuado dependerá de diversos factores, como el tipo de material a triturar, la finura del polvo deseado y las propiedades químicas de la muestra. A continuación, presentamos una descripción detallada de los tipos de morteros de laboratorio más comunes, junto con sus ventajas:
Mortero de porcelana:
Un mortero de porcelana es un utensilio de laboratorio compuesto por un recipiente cóncavo hecho de porcelana y una herramienta cilíndrica llamada mano o pistilo. Se utiliza para triturar y mezclar sustancias, siendo ideal para materiales que no deben reaccionar con metales.
Ventajas:
- Resistente a la corrosión y a altas temperaturas.
- Superficie lisa y baja porosidad, fácil de limpiar y evita la contaminación cruzada.
- Autoclavable.
Mortero de vidrio:
El mortero de vidrio es una herramienta versátil y económica que ofrece una serie de ventajas para el trabajo en el laboratorio. Su transparencia, resistencia química, facilidad de limpieza y precio accesible lo convierten en una opción ideal para una amplia gama de aplicaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta sus limitaciones y elegir el mortero adecuado para cada tarea específica.
Ventajas:
- Alta resistencia química y térmica.
- Transparente, permite observar la muestra durante el proceso de trituración.
- Fácil de limpiar.
Mortero de acero inoxidable:
Un mortero de acero inoxidable es un utensilio de laboratorio utilizado para triturar y mezclar sustancias. Está fabricado en acero inoxidable, lo que lo hace duradero, resistente a la corrosión y adecuado para materiales duros.
Ventajas:
- Alta resistencia mecánica y durabilidad.
- Resistente al calor y a una variedad de sustancias químicas.
- Superficie lisa que evita la contaminación cruzada y facilita la limpieza.
- Autoclavable.
Mortero de ágata:
Un mortero de ágata es un utensilio de laboratorio utilizado para triturar y mezclar sustancias. Está hecho de ágata, una piedra semipreciosa, lo que lo hace extremadamente duro y resistente a la abrasión, ideal para pulverizar materiales muy duros sin contaminar la muestra.
Ventajas:
- Gran dureza (7 en la escala de Mohs), ideal para triturar sustancias duras.
- Elevada resistencia a la abrasión.
- Fácil de limpiar y autoclavable.
Mortero de alúmina:
Un mortero de alúmina es un utensilio de laboratorio hecho de óxido de aluminio. Se utiliza para triturar y mezclar sustancias, destacándose por su alta resistencia a la abrasión y a temperaturas elevadas, lo que lo hace ideal para trabajar con materiales duros y en condiciones extremas.
Ventajas:
- Gran dureza (7 en la escala de Mohs), similar al ágata.
- Elevada resistencia térmica, incluso a temperaturas extremadamente bajas (nitrógeno líquido).
- Autoclavable y de fácil limpieza.
Los morteros de laboratorio, con su rica historia, siguen siendo herramientas esenciales y versátiles en la ciencia moderna. Su capacidad para triturar, moler, mezclar y homogeneizar muestras los hace indispensables en diversas disciplinas científicas. La elección del material adecuado es crucial para obtener resultados precisos y evitar la contaminación de las muestras.